viernes, 10 de mayo de 2013

Carlos Drummond de Andrade - Consuelo en la playa

Vamos, no llores...
La infancia está perdida.
La juventud está perdida.
Pero la vida no se perdió.

El primer amor pasó.
El segundo amor pasó.
El tercer amor pasó.
Pero el corazón continúa.

Perdiste el mejor amigo.
No tentaste ningún viaje.
No tienes casa, navío, tierras.
Pero tienes un perro.

Algunas palabras duras,
en voz baja, te golpearon.
Nunca, nunca, cicatrizan.
Pero, ¿y el humor?

La injusticia no se soluciona.
A la sombra de un mundo errado
murmuraste una protesta tímida.
Pero otras vendrán.

Todo sumado, deberías
precipitarte, definitivamente, en las aguas.
Estás desnudo en la arena, en el viento...
Duerme, hijo mío.-


Siempre que releo a Drummond, se despierta en mí una exaltación indefendible. ¿Cómo es que alguien puede expresar con tan contundente claridad la desesperación total? ¿Es justo que disfrutemos del hecho artístico cuando trasunta semejante dolor? La respuesta es evidente: es una protesta tímida. Y todos tenemos un perro que nos lame las heridas en algún lugar del corazón.

domingo, 13 de julio de 2008

Oliverio Girondo - Espantapájaros, 18

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Lorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


Oliverio es uno de los clásicos de la poesía nacional. Sin ser yo un erudito ni un verdadero entendido en ningún tema, comprendo que la controversia se puede percibir a través de su manera de jugar con las palabras para transmitir por debajo una idea. Es como si las palabras fueran por otro lado; pero lo que seduce es la idea.

sábado, 5 de julio de 2008

Miguel Hernández - Canción Primera - Canción Última

Se ha retirado el campo
al ver abalanzarse
crispadamente al hombre.

¡Qué abismo entre el olivo
y el hombre se descubre!

El animal que canta:
el animal que puede
llorar y echar raíces,
rememoró sus garras.

Garras que revestía
de suavidad y flores
pero que, al fin, desnuda
en toda su crueldad.

Crepitan en mis manos.
Aparta de ellas, hijo.
Estoy dispuesto a hundirlas,
dispuesto a proyectarlas,
sobre tu carne leve.

He regresado al tigre.
Aparta o te destrozo.

Hoy el amor es muerte,
y el hombre acecha al hombre.


La lectura de Miguel Hernández es una tarea que exige compromiso, no puede salirse indemne de sus páginas. Siempre que lo releo, habitan en mí los dos extremos: el horror y el amor, la congoja profunda y la esperanza extrema, casi ya sin luz, pero con luz.


Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.

Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
en su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

lunes, 30 de junio de 2008

Pablo Neruda - Madrigal escrito en invierno

En el fondo del mar profundo,
en la noche de largas listas,
como un caballo cruza corriendo
tu callado callado nombre.

Alójame en tu espalda, ay, refúgiame,
aparéceme en tu espejo, de pronto,
sobre la hoja solitaria, nocturna,
brotando de lo oscuro, detrás de tí.

Flor de la dulce luz completa,
acúdeme tu boca de besos,
violenta de separaciones,
determinada y fina boca.

Ahora bien, en lo largo y largo,
de olvido a olvido residen conmigo
los rieles, el grito de la lluvia:
lo que la oscura noche preserva.

Acógeme en la tarde de hilo,
cuando al anochecer trabaja
su vestuario y palpita en el cielo
una estrella llena de viento.

Acércame tu ausencia hasta el fondo,
pesadamente, tapándote los ojos,
crúzame tu existencia, suponiendo
que mi corazón está destruido.


Puede que lo que diga tenga mucho de obviedad, pero los puntos más altos de Neruda, para mí, siguen siendo sus poemas de amor, de intimidad y de dolor.

Nadie como él pregona "acércame tu ausencia", nadie en sus cabales se tiende en la hierba a mirar la noche como su propio fantasma.

lunes, 16 de junio de 2008

Kahlil Gibran - Obras escogidas

El hombre real no es lo que dice
sino lo que puede decir.
Por eso, si quieres conocer a un hombre,
no atiendas a lo que te diga
sino a lo que no te diga.-


El odio es un cadáver.
¿Quién es el que quiere
ser una tumba?.-


Algunos nos parecemos a la tina; otros, al papel.
Basta la negrura de algunos para que el blanco deje
de ser mudo; basta la blancura de algunos para que
el negro deje de ser ciego.-


El famélico escuchará tu canto tan sólo
con su estómago.-


¿La madre de Judas, fue menos amorosa
con su hijo que María con Jesús?.-



Rescato este libro de mi madre de la biblioteca. Existen autores con los que uno tiene menos afinidad, pero no por ello dejan de ofrecer su aporte. O como diría el mismo autor: "Dos hombres son necesarios para la verdad: uno que la exprese, y otro que la comprenda". La pregunta sería: se trata de la misma verdad para ambos?

sábado, 7 de junio de 2008

Constantino Kavafis - La Ciudad

Dices: -Iré a otros países, a otros mares.
Acabaré por encontrar otra ciudad, mejor que ésta
donde cada una de mis tentativas
está condenada de antemano,
donde mi corazón está paralizado
como un muerto.
¿Hasta cuándo mi espíritu permanecerá
en este marasmo?
Dondequiera que me vuelvo, dondequiera
que miro,
veo las ruinas de mi vida,
esta vida que he estropeado y desperdiciado
durante tantos años.

No encontrarás nuevos países
no descubrirás nuevos mares.
La cuidad te seguirá.
Errarás por las mismas calles,
envejecerás en los mismos barrios
y tu cabello encanecerá en las mismas casas.
Dondequiera que vayas, arribarás
a la misma ciudad.
No existe para tí ni ruta ni navío
que pueda conducirte a ninguna parte.
No esperes nada.
Como has arruinado tu vida en esta ciudad,
la has arruinado en todo el mundo.-



La poesía de Kavafis tiene para mí un raro pesimismo y optimismo, es decir, construye ambas ideas con los mismos materiales, como un alquimista. El mismo viaje puede resultar amargo, de exaltación, de gozo, de fracaso, según la hora que lo narra. Sin embargo, queda claro que para él lo importante fue el viaje.

viernes, 18 de enero de 2008

Roberto Juarroz - Poesía Vertical I - 33

Sí, hay un fondo.

Pero hay también un más alla del fondo,
un lugar hecho con caras al revés.

Y allí hay pisadas,
pisadas o por lo menos su anticipo,
lectura de ciego que ya no necesita puntos,
y lee en lo liso
o tal vez lectura de sordo
en los labios de un muerto.

Sí, hay un fondo.

Pero es el lugar donde empieza el otro lado,
simétrico de éste,
tal vez éste repetido,
tal vez éste y su doble,
tal vez éste.


Como muchos otros, Roberto Juarroz es autor de un sólo título, Poesía Vertical, que fue publicándose en sucesivos tomos.

Su voz es peculiar, sin lugar a dudas. Transita recurrentemente diferentes voces; la muerte, la muerte de la muerte, la metáfora y la moraleja encadenadas en un mismo discurso, la mano como una entidad más abarcadora que un simple juego de espejos.

Y algo más: su vigencia es sorprendente.